El chakra del tercer ojo, conocido en sánscrito como Ajna, es un centro energético fundamental situado entre las cejas. Es representado con el color índigo o azul oscuro, y es considerado como el centro de la intuición, la percepción y la sabiduría interior. Este chakra se asocia con la capacidad de ver más allá de lo físico y de acceder a niveles más profundos de conocimiento intuitivo y espiritual. Cuando está en equilibrio, el chakra del tercer ojo nos permite percibir la verdad más allá de las apariencias y nos ayuda a desarrollar una mayor claridad mental y perspicacia espiritual. Sin embargo, un desequilibrio en este chakra puede manifestarse en forma de falta de claridad mental, falta de intuición o dificultad para confiar en uno mismo.

Para mantener el equilibrio en el chakra del tercer ojo, es importante practicar la meditación y la visualización, así como también prestar atención a nuestros sueños y a nuestra intuición. La conexión con la naturaleza y la práctica de la gratitud también pueden ayudar a fortalecer este centro energético. En resumen, el chakra del tercer ojo es el portal hacia la percepción intuitiva y la sabiduría interior, que nos guía en nuestro viaje espiritual hacia una comprensión más profunda del mundo que nos rodea y de nosotros mismos.